24.12.11

Fragmentos de Un soplo de vida- Clarice Lispector.


Fragmentos de Un soplo de vida- Clarice Lispector.

Dice Ángela:
Del contacto prácticamente con la lógica surgió en mi un sentimiento que nunca antes había probado: el miedo de vivir, el miedo de respirar. Con urgencia necesito luchar porque este miedo me ata más que el miedo a la muerte, es un crimen contra mi misma. Extraño mi interior clima de aventura y mi estimulante inquietud. Creo que aun no caí en la monotonía de vivir. Últimamente se me dio por suspirar de golpe, suspiros hondos y prolongados.



Dice Ángela:
Sentí la pulsación de la vena en mi cuello, sentí el pulso y el latir del corazón y de golpe reconocí que tenía un cuerpo. Por primera vez de la materia surgió el alma. Era la primera vez que yo era una. Una y agradecida. Yo me poseía, el espíritu poseía el cuerpo, el cuerpo le palpitaba al espíritu, como si estuviese fuera de mi, me mire y me vi. Era una mujer feliz. Tan rica que ya no me hacia falta vivir. Vivía gratis.














Dice Ángela: 
Me desperté hoy con tal nostalgia de ser feliz. Nunca fui libre en toda mi vida, por dentro siempre me perseguí. Me volví intolerable para mi misma. Vivo en una dualidad dilacerante. Tengo una aparente libertad pero estoy encerrada adentro mío. Quisiera una libertad olímpica, pero esa libertad solo se les concede a los seres inmateriales. Mientras tenga cuerpo me someteré a sus exigencias. Veo la libertad como una forma de belleza y esa belleza me falta.









17.11.11

Un adelanto de Propiedad: Privados

http://vimeo.com/31990640


De los muchos conflictos latentes en la sociedad argentina y latinoamericana, hay uno de
feroz actualidad: la problemática de la vivienda.

Buenos Aires es el escenario donde esta situación puede verse en casi todas sus variantes. Familias sin techo, ciudadanos sin servicios básicos y una clase media cada vez más lejos de la casa propia.

"Propiedad: Privados", se detiene en las causas y las consecuencias del problema, alejándose del discurso estadístico frío, contando la historia a través de sus protagonistas.

Realización
Gisela Pellegrino
Francisco Benincasa
Javier Lattuada
Diana Orduna

5.10.11

Saute ma ville- Primer cortometraje de Chantal Akerman

Saute ma ville (1968), el primer filme de la cineasta belga Chantal Akerman, es una tragicomedia chaplinesca que realizó a los 18 años.

Akerman desciende de una familia sobreviviente al holocausto polaco, y desde los quince años decidió hacer cine, luego de ver el filme de Jean Luc Godard Pierrot le fou (1965). En 1967 se enroló en la Escuela de Cine de Bélgica, después de lo cual asistió a la Université Internationale du Théâtre en Paris. Muy pronto abandonó esta escuela, pues estaba más interesada en la realización de películas que en estar sentada en un aula.
No fue hasta que Chantal Akerman se mudó a Nueva York, en 1972, que comenzó a desarrollar su distintivo estilo visual y a tratar con holgura los temas que han dominado su filmografía hasta ahora. Fue en Estados Unidos que contactó con las películas vanguardistas, especialmente con las de Michael Snow, quien influyó notablemente en su percepción de las relaciones entre el tiempo y el espacio fílmico. Después, residiría alternativamente en Nueva York, París o Bruselas. Sus primeros dos filmes, Hotel Monterrey (1972) y Je Tu Il Elle (1974), con sus preconcebido estatismo en cuanto al trabajo de cámara y sus diálogos minimalistas, eran los primeros indicadores de un estilo representacional que llegaría a su máxima expresión con Jeanne Dielman, 23 Quai du Comerse, 1080 Bruxelles (1975). Este filme de 200 minutos posee una acción mínima más allá del escrutinio de tres días en la vida de una mujer (Delphine Seyrig) totalmente absorta en su rutina de limpieza, cocina y cuidado del hijo, rutina que se rompe cuando experimenta un orgasmo con un amante, al cual asesina de inmediato con unas tijeras. Algunos criticaron este filme por aburrido, otros celebraron su estética visual y su empleo del tiempo real para enfatizar las rutinas del personaje.


Akerman se considera entre las cineastas europeas más innovadoras de su generación, pues jamás cuenta las historias tradicionales, y mucho menos en la forma en que el público lo espera, sino que emplea el lenguaje cinematográfico y el estilo minimalista para explorar personajes y espacios cotidianos e ignorados. Sobre su filmografía ha dicho que se propone “trabajar exclusivamente con el lenguaje del cine, sin apelar a ningún tipo de elemento narrativo o sentimental... es el lenguaje en sí mismo la esencia de mis películas, que no quieren recurrir a las posibilidades de la identificación. 

“Comparado con las instalaciones, el cine es un trabajo heroico, enorme, pues en las instalaciones puede verse el resultado de inmediato, pero en cine solo te enteras de lo que hiciste mucho tiempo después. La mayor parte de las veces, incluso en filmes experimentales, tienes que escribir una historia, si es que pretendes ganar algún dinero. Trabajos como A couch in New York son enteramente comerciales. Pero a pesar de todo me gustó escribirla, como diferencia. En los documentales, nunca sé lo que voy a hacer antes de filmarlos, y por tanto no puedo escribirlos, pues carecen de planes y de alguna manera son aterradores, pues pueden terminar de cualquier modo. 

“Siento que mi estilo está más cerca de Carl Dreyer que de Warhol, Bresson o Snow, con los que frecuentemente se asocia mi trabajo en el cine. En Dreyer está esa tensión entre las emociones que puede proyectar un rostro, o las cosas que el espectador cree ver en ese rostro. 

“En mi obra hay una voluntad de silencio, un deseo de callar para decir más en otra ocasión. En una de mis películas, Sur , trataba un linchamiento en una ciudad del sur de EE.UU. La policía había trazado círculos en la calzada para señalar dónde habían quedado esparcidos los restos del asesinado. Yo los filmé y creo que aquellos círculos resultaban más elocuentes, más traumáticos, que la visión del cadáver, algo que al fin y al cabo aparece hoy en cualquier película. Hoy todo se muestra de forma absolutamente literal, las imágenes bullen, pero nada sucede. Estoy muy de acuerdo con Proust cuando dijo que hacen falta nuevas estrategias para hablar de lo importante”. 

16.9.11

Algunos fragmentos de films de Pasolini...

Perdon por poner los finales de estas dos peliculas, es que realmente me parecen exelentes... Mamma roma, y Teorema.
El otro es un fragmento de un documental sobre el, el youtube esta entero.

Pier Paolo Pasolini- Su poesia

PIER PAOLO PASOLINI
Poeta, novelista, cineasta, dramaturgo y ensayista italiano nacido en Bolonia en 1922.
Hijo de un militar fascista y una madre profundamente católica,
sus ideas siempre fueron de izquierda, llegando incluso a unirse por algún tiempo al partido comunista. A los diecisiete años se matriculó en la Universidad de Bolonia para estudiar Filosofía y Letras, y cinco años después publicó el primer libro de poemas.
Una etapa muy importante de su producción literaria se produjo entre 1954 y 1966, cuando publicó "Las cenizas de Gramsci""El ruiseñor de la Iglesia católica", "Poesía en forma de rosa",  y los ensayos "Pasión e ideología", y "La religión de mi tiempo".
Fue además un gran guionista y director de cine. Sus escritos sobre crítica social alcanzaron gran brillo con uno de sus últimos trabajos, "Cartas luteranas", en las que analizó la situación decadente de la sociedad italiana.
Fue asesinado el 2 de noviembre de 1975, en la ciudad de Roma

Algunos poemas:
A algunos radicales

El espíritu, la dignidad mundana,
el arribismo inteligente, la elegancia,
el traje a la inglesa y el chiste francés,
el juicio tanto más duro cuanto más liberal,
la sustitución de la razón por la piedad,
la vida como apuesta para perder como señores,
os han impedido saber quiénes sois:
conciencias siervas de la norma y del capital.

Al príncipe

Si regresa el sol, si cae la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una siesta de lluvia parece regresar
de tiempos demasiado amados y jamás poseídos del todo,
ya no encuentro felicidad ni en gozar ni en sufrir por ello:
ya no siento delante de mí toda la vida...
Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.
Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte
que se viene encima, en el ocaso de la juventud.
Pero por culpa también de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.

De "La religión de mi tiempo" 1961
Versión de Delfina Muschietti
 

Análisis tardío
(Fin de los años sesenta)

Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada;
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola;
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.

Versión de Hugo Beccacece

Muerte

Vuelvo a ti, como vuelve
un emigrado a su país y lo redescubre:
he hecho fortuna (en el intelecto)
y soy feliz, tanto
como hace tiempo lo era, destituido por norma.
Una rabia negra de poesía en el pecho.
Una loca vejez de jovencito.
Antes tu alegría se confundía
con el terror, es verdad, y ahora
casi con otra alegría
lívida, árida: mi pasión decepcionada.
Ahora me das miedo de verdad,
porque estás de verdad cerca, incluida
en mi estado de rabia, de oscura
hambre, de ansia casi de criatura nueva.
 
De "La religione del mio tempo" 1961
Versión de Delfina Muschietti

 

15.7.11

Propiedad:Privados; Ganadores del concurso serie de documentales federales para la Tv Digital

Barrio Ejercito de los andes . CABA

Villa 20, Lugano. CABA
Toma de tierras, predio Finexcort, Quilmes-Provincia de Bs As.

Villa 20, Lugano. CABA

15.6.11

Sobre Santiago Alvarez

Por Ernesto Ardito - Junio 2009.(publicado en su blog arditodocumental.kinoki.es)

Para un contenido revolucionario son necesarias formas revolucionaras. Desde esta afirmación nos preguntamos, que es hallar una forma revolucionaria, porque con respecto al contenido, estamos mas o menos encaminados.

¿Hay una forma mejor que la otra? No, porque a cada documental, en función de los objetivos de tema y discurso le corresponde su estética particular. Pero para llegar a encontrarla tendremos que indagar, reprocesar, estudiar, investigar, crear y recrear, de la misma manera que lo haríamos con las informaciones y las tesis de nuestro discurso.

En muchos casos se discrimina al documental pues se lo observa como un cadáver del periodismo. Muchísimas son las escuelas que revirtieron y refutaron esta falsa hipótesis, pero a su vez el lenguaje televisivo fue invadiendo de tal modo el contexto cultural de la nueva generación de cineastas que muchos terminan con sus obras revalidando esta tesis. Es un serio problema el creer que contar con un fuerte contenido justifica que este valga por sí mismo y el lenguaje cinematográfico no importe o solamente sirva para avanzar de página en página hasta el final. Se subestima a un espectador que cuenta actualmente con una gran cultura audiovisual, y sensorialmente asimila sobre todo desde esta lógica contemporánea y no desde el discurso textual u oral.

La redundancia de recursos facilistas como abuso de entrevistas, de protagonistas como guías periodísticas, de una voz en off que modera manipulante, atentan contra la búsqueda del lenguaje propio de un documentalista como artista. En la historia se recurría a estos recursos por limitaciones técnicas, que hoy ya no son un conflicto. Solo se ven justificadas en pocas excepciones; en la mayoría opera el apresuramiento o la subestimación por ignorancia, a las posibilidades del lenguaje audiovisual .

Para esto nos vamos a detener precisamente en Santiago Álvarez, el director del noticiero revolucionario Cubano ICAIC, quien a pesar de tener la misión de realizar periodismo con el cine, revolucionó las formas cinematográficas del documental.

Santiago, produjo una obra de alto impacto político y social, que a su vez lo fue desde su tratamiento estético y narrativo. Buscando precisamente formas revolucionarias para un contenido revolucionario. Arte y política conjugados, sin obnubilarse por uno para justificar el asesinato del otro.

Así decía: “La eficacia artística y política de una obra cinematográfica reside fundamentalmente en la clara posición ideológica con que ha sido realizada, porque en definitiva la forma se hace hermosa cuando se basamenta en un contenido hermoso y no se es artista revolucionario si se produce un divorcio entre contenido y forma.”

La Universalidad:

Santiago Álvarez tenía como objetivo que su cine sea masivo, para difundir los preceptos de la revolución. Ante esto rompió con sumos prejuicios conservadores y convencionalistas del documental político latinoamericano. Y comenzó a experimentar con todos los recursos de la técnica y la cinematografía para alcanzar un lenguaje universal, desde el nucleamiento activo de lo emotivo, conceptual e informativo. Anudando la máxima expresión poética del cine, al discurso mas revolucionario en lo político. Permitiendo que cualquier persona en cualquier lugar del mundo pudiera asimilar los objetivos comunicacionales del film. Por ejemplo Hanoi Martes 13 es muda. Pues Álvarez precisaba que se entendiera en Cuba y Vietnam. La narración está dada por el montaje ideológico – poético y la construcción de discurso es puramente cinematográfica.

El eje es que un cine militante se proponga la masividad como objetivo precisamente para superar las barreras de los convencidos, poder abrir las conciencias de aquellos que reciben un discurso hegemónico opuesto durante las 24 horas y no solamente albergar la aprobación de su pequeño grupo de partidarios.
Para esto es preciso desarrollar en profundidad los recursos audiovisuales. Si el film se ampara en lo discursivo vertical, el espectador levanta con razón su barrera, reconoce una propaganda. En este conflicto, la forma cinematográfica es la que agrieta los paradigmas. Es la que dispara otra percepción. Y va en busca de hallar esa universalidad.

En algunos casos, los discursos se transforman en herméticos para el espectador, para esto la complejidad de un análisis puede tener mejor eficacia receptiva incorporándose dosificadamente en el marco de valores universales con los que el público se identifique desde los personajes. Sin que el film reduzca sus objetivos, por el contrario, los potencie.

En la escritura la palabra es la unidad, en el cine la imagen. Aparece en muchos casos una confusión ambigua en los films políticos sobre esto; en donde el rol de la imagen se reduce solamente a ilustrar o legitimizar un texto escrito.

El audio hablado, tanto entrevista como locutor en off para desarrollar una información, un concepto o una emoción provoca menor receptividad, impacto y recordación en el espectador, que el poder de una imagen o su montaje ideológico.

En esta exploración, un discurso político por ética debe evitar el engaño, ser por sobre todo sumamente honesto, es decir, que no responda a un interés corporativo. El espectador es inteligente y no desea sentirse utilizado. Por otra parte, evitar su pasividad, y esto significa proponerle un rol interactivo en donde descubra elementos, asociaciones y encuentre por si solo sus propias conclusiones.

La búsqueda de la universalidad de Álvarez está dada para propagar una idea, una denuncia, y abrir conciencias en todos los confines posibles del mundo. En cambio el cine industrial, también busca lo mismo, pero con fines comerciales, aunque también propaga una ideología, la hegemónica, la del sistema dominante.

Así lo expresaba Santiago Álvarez : “pretendo hacer un cine que llegue a las masas, que tenga un objetivo revolucionario , que sea comunicativo, que no se quede en una elite, que no sea para un grupito, pues como el cine es un arte de masas , pues que llegue a las masas y no se quede en determinada parte de la ciudadanía. Seria mi mayor satisfacción y es que lo trato de hacer, que lo que hago lo entienda la mayor parte del pueblo, no solamente en Cuba, sino cualquier pueblo del mundo, que lo puedan entender hasta en Groenlandia. Un cine Revolucionario debe ante todo tener comunicabilidad, sino, no es revolucionario…”

La conformidad es nuestro peor enemigo:

Estos ejemplos nos ayudan a considerar que es tan importante trabajar profundamente en el tratamiento estético y narrativo del film como en la investigación histórica o periodística de su contenido. En principio, buscar superar la primer mirada al tema, es decir, generar discusiones complejas para sobrepasar lo ya conocido y evitar redundancias mediocres. Prestar suma atención a la estructura narrativa significa modular un creciente interés del espectador para atraparlo en nuestro universo, manejar cautelosamente los tiempos, dosificar la información, asentarla como punto básico, pero ir hacia adelante en nuevas capas conceptuales; ir innovando en las estrategias discursivas a medida que el relato avanza, tensionar gradualmente en el espectador sus emociones y pensamientos, así también dejarlo disfrutar del humor y la naturalidad, tal es el ser humano en sus complejas dimensiones.

Como innovar en las estrategias discursivas significa ir reprocesando el material con que contamos para hallar creativamente nuevos horizontes. Es muy necesario despegarse de la coyuntura audiovisual que nos rodea e investigar en antiguas escuelas del documental que, no por casualidad, su obra, no nos llegan como debería. Y desde estos cimientos aprovechar y exprimir las nuevas tecnologías creando una unidad entre estas y el reflujo constante de ideas.

La peor que puede suceder es el conformismo, es decir, el sentir de que una obra esta acabada cuando vemos que básicamente la narración cierra. NO estamos ceñídos a nada, el documental es un género que nos permite experimentar de mil formas, no hay un guion técnico preestablecido a cumplir, la isla de montaje es la tela de un pintor. En donde lo que mas vale son nuestras ideas y broncas en permanente evolución y nuestra búsqueda de recursos que las disparen hacia la convulsión. En función de nuestro anhelo de que el tema llegue de la forma mas potenciada al público para provocarlo, sacudirlo de la comodidad, provocar su discusión y su emoción, para que no salga de la sala o de la visualización como si no hubiera visto ningún film.

Es necesario destruir para crear. Destruir el miedo de exponernos en carne y alma al que dirán, no importa lo que descubramos, pensemos o filmemos/editemos. Por algo lo estamos descubriendo, pensando o filmando/editando. Es nuestra responsabilidad histórica como artistas y analistas del entorno. La peor censura, es la autocensura. A esta apela una política psicológica del temor, que a modo de extorsión, es una de las principales armas del modelo económico actual.

Por tanto también, es ineludible destruir los cánones artísticos e ideológicos conservadores que nos ofrece como narcótico el sistema, el cuál en apariencia de cobijarnos en premios y abrazos monetarios, está conspirando para que nada cambie. Este conservadurismo fue siempre sinónimo de burocracia, capitalista o comunista; doctrina o modelo.
No hay excusas, los que decidimos somos siempre nosotros.

Es imperioso romper con otro condicionante, el individualismo. Crear grupos de estudio junto a otros cineastas, grupos libres, sin condicionantes teóricos, partidarios o corporativos. En donde discutir de modo teórico práctico sobre forma y contenido, superando desde la formación horizontal, quiméricos preconceptos en la producción, distribución y creación; yendo hacia el encuentro de nuevos modos cada vez mas efectivos o superadores. No se trata solo de producir individualmente, sino de socializar nuestra experiencia artístico-productiva y construir en conjunto.

Los procesos son paralelos, diferentes grupos de estudio o focos existen o existirán en otros países o en la calle continua. Cuando estos se junten, se definirá un nuevo movimiento.

¿Observar morir?

Santiago Alvarez sostenía” Un hombre o un niño que se muera de hambre o de enfermedad en nuestros días no puede ser espectáculo que nos haga esperar a que mañana o pasado mañana, el hambre y la enfermedad desaparezcan por gravitación. En este caso inercia es complicidad: conformismo es incidencia con el crimen.”

Si todos los documentalistas pensaran de este modo el sistema estaría seriamente en riesgo, por lo que no es casual que predomine impulsado desde los países centrales una tendencia del documental meramente contemplativo, en busca de una falsa objetividad. En donde el documentalista no puede tomar posición, en donde solamente su labor se debe reducir a observar. ¿Observar morir? Este tipo de documentalistas se ponen el traje de un cinismo atroz. Pero que es lo que los motiva? La premiación. Pues desde la industria del documental se buscan este tipo de films, ya que da la apariencia de que se habla de algo, de que hay libertad y compromiso, pero por el otro lado hay una inacción cómplice. Hay por supuesto una discriminación hacia los films de cuestionamiento directo en lo político, social y económ9ico.; que atenten contra el status quo. Si la llaga aparece se esconde. De este modo el espectador mundial cree estar informado, pero las hipótesis profundas quedan en el subsuelo.

11.1.11

Fragmento del libro de Ana Laura Lusnich y Pablo piedras. “Una historia del cine político y social en Argentina (1896-1969)”

La reflexión creciente sobre el lugar que ocupan los cineastas, las películas y los espectadores en el medio cultural.

La discusión acerca de un “cine de espectáculo” o un “cine de expresión”(términos que veladamente oponían un cine de entretenimiento a un cine de reflexión, o un cine destinado a los sectores populares frente a otro diseñado para los sectores cultos), estallo en los primeros años de la década del sesenta, momento en el cual se enfrentaron concepciones diferentes sobre el medio y el rol de los creadores implicados.

(…)

En 1962 la revista Panorámica del Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral, publicó una entrevista colectiva en la que participaron Ernesto Arancibia, Mario Soffici (dos directores emblemáticos del cine clásico argentino), Leopoldo Torre Nilsson, Fernando Ayala, David Kohon, Rodolfo Kuhn y Manuel Antín (representantes de las nuevas ideas y direcciones que asumiría nuestro cine desde mediados de los años cincuenta).

(…) Torre Nilsson, de forma provocativa y presentándose como uno de los voceros de la desarticulación del modelo clásico y del cine institucional, contrapuso el cine de expresión al cine de espectáculo, haciendo extensivas estas denominaciones a un tipo de crítica y a un tipo de espectador. Cuando Nilsson proclamaba: “El cine de espectáculo requiere del crítico una fundón meramente informativa; el otro puede no necesitar de la crítica (…) pero si pude exigir de ella cierta profundidad de análisis, capacidad polémica, compromiso en suma. (Panorámica Nro 3, 1962), delimitaba con sus acciones una línea divisoria entre dos formas de hacer cine, la que privilegia la participación de críticos y espectadores culturalmente formados (el nuevo cine que se genera desde mediados de la década del cincuenta) otra que se orienta a los sectores populares, que en su mayoría, evitan las polémicas y las críticas (el viejo cine, gestado en los estudios, en palabras de Nilsson).

Frente a estos planteos, Mario Soficci ofreció una visión alternativa en la cual reaparecían con fuerza las reflexiones que asociaban el medio cinematográfico y sus alcances en la esfera pública a la propuesta de un espectáculo o pieza cultural que reuniera dos valores (el entretenimiento y la formación general del público) y se encauzara de acuerdo con el canon de la obra bien hecha y de calidad. Soffici respondía a Nilsson:

¿No piensa Torre Nilsson que una distinción tan tajante como la que usted formula puede fomentar la creación de bandos opuestos en el cine nacional?(…) A lo sumo entiendo que debe distinguirse entre un buen cine y un mal cine. Mi aspiración personal sería realizar Films que entretuviesen y que además, fuesen válidos, profundos” (…) “Pienso que ahora los críticos tienen prevenciones contra los films realizados prolijamente. Pareciera que escribir sin signos de puntuación fuese el único norte para las obras nuevas. Pero no creo que esa renovación deba producirse en un solo sentido (ídem).

(…)

Recordemos aquellas ideas vertidas por Soffici y recopiladas por Mario Grinberg, que creemos sintetizan la concepción de la idea ascendente de compromiso con el medio local y con la región latinoamericana tal como la comprendieron los realizadores en los años cuarenta y cincuenta:

En el cine Argentino hemos llegado al momento de dar contenido y que las películas no sean solamente forma, imagen fotográfica, movimientos de cámara y música. El cine Argentino se salvara con contenido y personalidad. Es la voz de orden (…) Si la gran masa es indolente, tratemos de vencerla, de convertirla a nuestras inquietudes mas altas y mejores. El secreto esta en adivinar sus buenas inclinaciones. No carece totalmente de ellas. Trabajemos concientes de nuestra responsabilidad, buscando transmitir lo mejor que hay en nosotros mismos. (Grinberg, 1993: 12-13)

(…)

Otro de los temas que adquiere visibilidad en los años sesenta y setenta es la reflexión (y la polémica) sobre un cine de espectáculo y un cine de expresión o reflexión. Este tema que en 1962 enfrenta a Mario Soffici y Leopoldo Torre Nilsson de forma aún cordial, se transforma inmediatamente en uno de los puntos acuciantes en las reflexiones y teorías gestadas por Fernando Birri y el grupo Cine Liberación.

Fragmento del libro de Ana Laura Lusnich y Pablo piedras. “Una historia del cine político y social en Argentina (1896-1969)”

9.1.11

La pampa gringa, de Fernando Birri


SINOPSIS:
Evocación poética, mediante la técnica de las fotos fijas, de los primeros colonos suizos, franceses, alemanes e italianos que llegaron a Argentina a trabajar la tierra. Referencias a aspectos de su vida en la nueva patria y su proceso de integración nacional.

Titulo Original: La Pampa gringa
Dirección: Fernando Birri
País(es): Argentina
Idioma Original: Español
Categoría: Documental
Tipo: Color-B/N
Duración: 10 min.
Año de producción: 1963
Productora: Instituto de Cine de la Universidad Nacional del Litoral
Distribuidora: Laboratorio de Poéticas Cinematográficas de Fernando Birri S.R.L.
Guión: Fernando Birri
Fotografía: Adelqui Camusso
Edición: Antonio Ripoll, Gerardo Rinaldi
Música: Virtú Maragno
Sonido: Mario Fezia
Productor Ejecutivo: Edgardo Pallero

6.1.11

Now! de Santiago Alvarez


Reportaje a Lázara Herrera, mujer de Santiago Álvarez.

Mucho antes de que la revolución triunfara, el gran documentalista Santiago Álvarez –emblema del cine cubano junto con Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa– estudiaba medicina en la isla. Cuando la universidad donde cursaba sus estudios cerró definitivamente, Álvarez promediaba el segundo año de la carrera. Sus padres, ambos españoles, no podían solventar los gastos para que su hijo continuara estudiando. Entonces, a los diecinueve años, él decidió irse a los Estados Unidos, ya que en Nueva York le habían ofrecido un trabajo de lavaplatos. Viajó en ferry desde La Habana y, en Miami, tomó un ómnibus.

El racismo en los Estados Unidos florecía en cada esquina y los ciudadanos negros tenían prohibido sentarse en los asientos delanteros de los vehículos públicos. En el trayecto del viaje, subió una mujer negra con su pequeño hijo. Entonces Santiago Álvarez, tal como era la costumbre en Cuba (y en cualquier país donde la discriminación racial es motivo de rechazo), intentó cederle el asiento que ocupaba: se desató un escándalo en el colectivo. En un instante, Álvarez tomó en sus brazos al niño y lo sentó con él, mientras la madre se fue al fondo del ómnibus aterrorizada. “Para quitarme este niño de mis brazos me van a tener que matar”, vociferó a los demás pasajeros. Unas horas después pensó: “Si yo me bajo antes, se la van agarrar con ella”. Entonces, se levantó del asiento, le entregó el niño a la mujer y sintió alivio cuando la pasajera bajó con su hijo antes que él.

Esa anécdota, que lo marcó a fuego, la cuenta Lázara Herrera, viuda de Álvarez, para explicar uno de los motivos por los cuales el cine de su compañero de vida no se limitó solamente a aprehender la realidad cubana, sino que trascendió la geografía de su país y también focalizó sus denuncias contra las prácticas racistas en los Estados Unidos, que las conoció también por haber trabajado como minero en un yacimiento de carbón, ubicado en un pueblo cercano a Filadelfia.

Muchos años más tarde, cuando la revolución ya estaba afianzada en Cuba, y cuando Álvarez ya era un documentalista reconocido, la imagen de la mujer negra le vino como un flash al escuchar la versión al inglés que Lena Horne hizo de la canción israelí “Hava Nagila”, de autor anónimo. Ese tema, de seis minutos de duración, es el que se escucha en Now (1965), documental de la misma duración que la canción y que se convirtió en un impresionante alegato antirracista, considerado desde su estética como la anticipación del videoclip.

–¿Qué influencia tiene el cine de Santiago Álvarez en las nuevas generaciones?

–Santiago sigue siendo el paradigma de los nuevos realizadores. Era un hombre principalmente político. Hacía cine político con arte. Siempre fue contrario a hacer “ladrillos”, como solía decirle a un documental aburrido, tedioso. “Tú tienes que convencer a la gente con arte, con la verdad”, sostenía. Y Santiago hacía un cine artístico.